El pasado lunes tuve la oportunidad de sumergirme en el mundo de las gafas Niira de Eyesynth durante la demostración que se organizó en el Centro Cultural de Valdebernardo, en Madrid. Como alguien que estuvo involucrado en la organización del evento y que en general es muy incrédulo ante este tipo de inventos, me gustaría compartir mi experiencia y opinión sobre estas innovadoras gafas, porque, la verdad, mi opinión es que cumplen lo que prometen. Veamos qué es lo que prometen, entonces.
Diseño y funcionalidades: conociendo las gafas Niira de Eyesynth
Un resumen muy rápido es que las gafas Niira son unas gafas inteligentes que traducen la información visual que recogen sus cámaras sobre el contexto, en información auditiva que puedan interpretar las personas ciegas. Para ello, utilizan auriculares de transmisión ósea, el sonido coclear y reacciones cerebrales a partir del principio de la sinestesia.
A primera vista encontramos unas gafas de sol con un diseño robusto, que incorpora huecos universales para lentes que pueden personalizarse según las necesidades visuales de cada individuo, aunque las que por defecto incluyen son prácticamente negras. En su parte superior (coincidiendo con nuestras cejas), encontraremos una línea que contiene las cámaras que transmitirán la información a nuestro cerebro. Además, unos auriculares de conducción ósea estratégicamente colocados para que se pueda transmitir el sonido a través de la cóclea, o sea, cerca del hueso del cráneo, nos servirán para completar la experiencia sensorial.
Pese a este diseño bien terminado, incidía en que “es robusto” porque, efectivamente, es robusto. De hecho, es imposible ignorar que estas gafas son bastante voluminosas y que están conectadas por cable a una petaca mucho más voluminosa aún, que actúa como una unidad de procesamiento central y alberga una batería con una duración de hasta 10 horas, que se asemejaría a un teléfono fijo inalámbrico sin pantalla o a un mando de televisión. Sobre esta batería, desde la empresa comentaron que, como hay diferentes casos de uso, desde personas que las utilizan solo en interiores, a otras que las utilizan en la calle y otras todo el rato, puede llegar a cargarse cada tres días.
No obstante, y pese a lo grande que puede parecer, desde Eyesynth me indicaron que podrían estar dispuestos a ensamblar unidades con baterías más pequeñas y que consecuentemente fueran más finas y ligeras.
En esta unidad central encontraremos el botón de encendido en la esquina superior derecha, un joystick con botones de dirección y un botón central, que nos permitirán seleccionar como queremos que “vean las gafas”; y botones de función etiquetados con las letras de la A la F, que nos permitirán obtener información sobre el estado de la unidad.
Experiencia personal: primeras impresiones con las gafas Niira de Eyesynth
Durante la prueba de las gafas, pude (pudimos) experimentar cómo funcionan y recibir instrucciones básicas por parte de Antonio Quesada, CEO del equipo de Eyesynth que estuvo durante la demostración, junto con otros miembros del equipo. Un empleado de la compañía estaba esperándonos en la puerta del centro cultural, y fue el encargado de llevarnos a una sala de espera y, posteriormente, asignarnos a la persona que nos fuera a explicar las gafas en una demostración individualizada de unos 20 minutos.
Según me explicó el CEO, la idea detrás de ellas es apuntar a mejorar la detección de obstáculos aéreos que hoy en día podemos hacer las personas ciegas. Para ello, las gafas los perciben a través de las cámaras, y les proporcionan información sobre ellos a las personas ciegas a través de un mapa de sonidos.
Para configurarlas a su gusto, el usuario puede ajustar la sensibilidad en metros (con las flechas izquierda o derecha) y cambiar entre el modo de detección y el modo de rastreo (con el botón central de selección) para adaptarse a diferentes entornos, siendo el modo de rastreo uno que incluirá un mapa completo de sonidos sobre todo lo que le rodee aprovechando que las cámaras pueden ver en varios puntos a la vez (como un ojo humano con campo visual completo), y el otro, uno que le informará, utilizando el mismo mapa, sobre lo que haya justo donde esté mirando. Para ello, informarán de lo que haya en su eje de izquierda a derecha, y también en el de arriba-abajo.
Pruebas reales de las gafas Niira de Eyesynth
Una vez reconocido el hardware y exploradas las distintas funciones del mando, una de las pruebas que hicimos (o hice) fue tratar de localizar con las gafas puestas la mano de la persona que estaba enseñándonoslas o una botella en una mesa. Y, en este sentido, debo admitir que la capacidad de encontrar objetos en una mesa utilizando solo las gafas y los estímulos sonoros fue sorprendente. Y es que, aunque mi resto visual limitado no me permitía saber claramente donde estaba la mano que se movía frente a mí, pude identificar su ubicación a través de los impulsos sonoros. En palabras de Antonio Quesada, “esto se basa en el concepto de sinestesia, que por defecto asocia colores y formas a sonidos” y que ellos han tratado de implantar a la inversa en como el hardware y software de las gafas interpretan la información visual recogida por la cámara.
Posteriormente, la siguiente prueba que hicimos, también en modo detección, fue salir de la sala y andar por un pasillo. Para ello, tratamos de buscar “los silencios”, es decir, aquellos puntos en los que el mapa de sonidos nos indicaba que no había obstáculos ni en ninguno de los dos ejes indicados. Y, aunque me hubiera faltado hacer la prueba en un entorno más complicado o con más ruido visual (el bulevar donde estaba el centro cultural, por ejemplo) la sensación allí fue buena. Claro que, insisto, era un entorno de pruebas ideal.
¿Un precio demasiado alto? ¿Son las Niira de Eyesynth accesibles y asequibles?
Tras probarlas, sin embargo, tanto a mí como supongo que a cualquiera que tuvo la ocasión nos surge una pregunta crucial: ¿vale la pena el alto precio de las gafas Niira de Eyesynth? Sin desmerecer, evidentemente, el trabajo que implican, los márgenes comerciales y la investigación que hay detrás. Pero, incluso, con un precio inicial de 3.000 euros, incluso con los descuentos iniciales que puedan ofrecerse y de los que no dudo que vayamos a ser beneficiarios quienes fuimos a conocerlas, su asequibilidad se convierte en un desafío significativo.
Como siempre, los precios de las cosas son caros o baratos dependiendo de quién sea el dueño de la cartera, aunque, si hablamos de tiflotecnología (la tecnología específica para las personas ciegas) y de la tecnología que incluyen estas gafas, el precio está en la media de lo que solemos pagar por equipamiento tecnológico exclusivo para nuestra discapacidad. A partir de esta premisa, sí que diré que, como una persona ciega de nacimiento con un bajo resto visual, una movilidad bastante buena y usuario de perro guía, siento que estas gafas pueden no ser tan útiles para alguien en mi situación. No obstante, creo que pueden ser apuesta a caballo ganador en dos casos fundamentales: creo que podrían resultar atractivas para aquellas que usan bastón (o bien tienen una movilidad más limitada, o ambas en conjunto), o bien para aquellas personas que han perdido (o están perdiendo) la visión recientemente, como un apoyo al sentido que están dejando de tener.
Sin embargo, y como en todo este tipo de iniciativas, el elevado precio me plantea muchos interrogantes sobre su viabilidad.
Viabilidad, para la que, desde luego, creo esencial la creación e impartición de cursos iniciales a los nuevos compradores.
Honestidad y promesas cumplidas: La confianza detrás de Eyesynth y las gafas Niira
En este sentido, sí que diré que, durante mis conversaciones con el equipo de Eyesynth, me quedó claro que son conscientes del coste, y me parecieron muy honestos. Y es que, a diferencia de otros “inventores” de tecnología exclusiva para personas ciegas, otros vendedores de humo, si se me permite la calificación; me transmitieron confianza al cumplir con lo que prometían: una detección precisa de obstáculos aéreos.
Las pruebas que realicé durante el evento y que someramente he comentado creo que respaldaron su promesa. Fui con muy pocas expectativas, y lo que me llevé fue la impresión de que estas gafas pueden marcar una diferencia en la vida de algunas personas con discapacidad visual. Eso sí, las expectativas que deben poner en ellas deben ser muy claras, y, todavía, ninguna más que estas: con el aprendizaje y adaptación adecuados, pueden ser un complemento que nos facilite la detección de obstáculos aéreos. Eso sí, a cambio debemos estar dispuestos a llevar unas gafas grandes en la cara, un cable colgando y una petaca en algún bolsillo, a expensas de las actualizaciones que haya y las nuevas características que éstas puedan incluir.
No obstante, me hubiera gustado haber conocido de primera mano la experiencia tanto de una persona con sordoceguera (me comentaron que el trabajo con ellas está siendo interesante, ya que han percibido reacciones cerebrales bastante bien mediante vibraciones) y de una persona vidente.
Limitaciones y perspectivas futuras: desafíos de Niira y actualizaciones en camino
Aunque creo que las gafas Niira de Eyesynth tienen un potencial que puede ser esperanzador, creo que también debemos bajar a la tierra y entender que, y tal como lo dicen ellos, en la mejor de las situaciones son un complemento al bastón o al perro guía, no algo que los supla.
Dicho esto, y como imagino que la información sobre ellas y leerme a mí puede dejarte con ganas de probarla, te diré que su expansión fuera de España y Europa es un objetivo a largo plazo. Desde Eyesynth, de hecho, se muestran muy cautelosos en su crecimiento para asegurarse de que no se vea comprometida la calidad del producto. Tanto es así, que de momento no están distribuyendo fuera de España, y cuando lo harán empezarán por Europa para continuar por América Latina. Según me comentaron, esto se debe a que querrán tener soporte postventa y taller mínimo en cada continente, para no convertir a estas gafas en algo que acabe en el cajón con el paso del tiempo por falta de reparaciones.
Por otro lado, la curva de aprendizaje y la necesidad de una formación adecuada también me plantean desafíos para el uso continuo de las gafas Niira de cara a un potencial usuario. Sin embargo, la promesa de futuras actualizaciones de software que incluyen reconocimiento óptico de caracteres y reconocimiento de escenas y rostros que me comentaron que pretenden incluir en futuras actualizaciones es alentadora.
Conclusión sobre las gafas Niira de Eyesynth: ¿para quién creo que son útiles?
En resumen, creo que las gafas Niira de Eyesynth representan un avance muy interesante en la detección de obstáculos aéreos utilizando la tecnología como aliada de las personas ciegas. Aunque el precio y algunos desafíos técnicos plantean interrogantes, el compromiso de Eyesynth con la honestidad y la entrega de lo prometido creo que merece absoluto reconocimiento. Evidentemente, lo deseable sería que, a medida que avancemos hacia una mayor integración de estas tecnologías, los obstáculos económicos y de accesibilidad se resuelvan, permitiendo que más personas se beneficien de la posibilidad de acceder a estos sistemas.
Teniendo esto en cuenta, creo que pueden ser una solución interesante para quien esté perdiendo la visión gradualmente, para quien use bastón como herramienta de apoyo en su movilidad y tenga poca seguridad en sus desplazamientos, pero creo también que no da una solución que puede ser interesante para un usuario de perro guía, para una persona que sea ciega de nacimiento, o para una persona ciega que utilice bastón, pero tenga muy buena movilidad.